Los efectos de abordar la pobreza energética desde el ámbito local

Si bien existen diferencias significativas entre los Estados miembros en cuanto al desarrollo de políticas y programas para la reducción de la pobreza energética, la mayoría de los Estados miembros tienen experiencias nacionales sobre las cuales trabajar. En caso contrario, pueden adaptar las iniciativas de países con contextos socioeconómicos, condiciones climáticas, modelos de gobernanza o tendencias políticas similares.

El Atlas de Iniciativas de Pobreza Energética en Europa, promovido por la Asociación Ecoserveis, es el resultado de una revisión exhaustiva de las prácticas llevadas a cabo en Europa a finales de 2016. El documento recoge y analiza las 65 mejores prácticas contra la pobreza energética y ofrece un retrato de la situación con el objetivo de facilitar el proceso de intercambio de información tanto sobre las acciones en sí mismas como sobre el conocimiento que han generado.

El análisis de estos casos de estudio ha ilustrado la importancia de la contribución de los agentes sociales a este campo. En toda Europa están perfeccionando su experiencia en intervenciones contra la pobreza energética y en cómo implementar estas medidas en hogares vulnerables. La participación de agentes diferentes, pero complementarios (como los departamentos públicos de energía, vivienda, bienestar, protección del consumidor y salud, así como las organizaciones de la sociedad civil), es clave para configurar un sistema resistente y eficiente para identificar y abordar la pobreza energética.

Tanto a nivel nacional como regional, se recomienda diseñar estrategias que establezcan medidas a corto plazo para aliviar los casos de emergencia, pero también estrategias a largo plazo dirigidas a abordar las causas estructurales de la pobreza energética. La combinación de estrategias a corto y largo plazo podría compensar de manera efectiva las tendencias cada vez más a la alza de las tasas de pobreza energética observadas en muchos países.

UN VÍNCULO ENTRE LA POBREZA ENERGÉTICA Y LOS COSTES SANITARIOS

Aunque varios estudios han indicado que la pobreza energética tiene un impacto directo en la salud, las iniciativas que involucran a profesionales sanitarios son escasas. La utilización de profesionales de la salud en programas de pobreza energética podría ser muy prometedora en términos de sensibilización, identificación de hogares vulnerables y mejora de la calidad de vida de los hogares vulnerables.

Además, la pobreza energética está relacionada con gastos indirectos sustanciales para los sistemas de salud de los Estados miembros. Establecer un vínculo directo entre las medidas contra la pobreza energética y la reducción de costos en los sistemas de salud podría ser una oportunidad para crear conciencia entre los tomadores de decisiones sobre la necesidad de invertir en estrategias a largo plazo para reducir la pobreza energética como una forma de optimizar el presupuesto público.

CONTRA LA POBREZA ENERGÉTICA, LA COOPERACIÓN ENTRE AGENTES ES IMPRESCINDIBLE

La colaboración y la responsabilidad compartida son esenciales. La eficiencia energética es un campo emergente en muchos países, por lo que el proceso de formulación de políticas debe prever la integración de las lecciones aprendidas de las iniciativas locales, así como el progreso alcanzado en países similares.

En muchos de los casos de estudio hubo una serie de barreras asociadas al logro de la eficiencia energética. Más que las limitaciones financieras, uno de los principales impedimentos fue la falta de voluntad política o la colaboración adecuada entre los agentes relevantes. Esto subraya la necesidad de colaborar y crear sinergias entre varias partes interesadas, lo cual podría ayudar a paliar situaciones que se ven obstaculizadas por falta de conocimiento o de experiencia.

Se ha demostrado que la cooperación entre agentes impulsa soluciones creativas para los problemas encontrados. Los aspectos clave a considerar al planificar estrategias de pobreza energética a nivel nacional, regional o local son:

  • Trabajar para establecer una red sólida. Involucrar agentes públicos y privados (empresas y sociedad civil) y asegurar conocimientos y competencias transversales mediante la participación de agentes de diferentes campos (por ejemplo, energía, protección del consumidor, vivienda, salud y bienestar). Para mantener relaciones sólidas es vital establecer objetivos y reuniones periódicas.
  • Prever medidas de emergencia y estrategias a largo plazo. La sostenibilidad a largo plazo es un factor clave para el desarrollo de programas eficientes.
  • Aprender de los éxitos y los desafíos de otras organizaciones y países a nivel local, nacional e internacional. Dedicar esfuerzos a aprender de otras iniciativas puede ser más productivo que no hacerlo.

Para resumir, y como se ha destacado, existen muchas iniciativas contra la pobreza energética en Europa. Tener que aprender de ellas antes de poder implementarlas puede parecer una pérdida de tiempo. Sin embargo, lo cierto es que puede ahorrar tiempo y ayudar a lograr mejores resultados.

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