Baja tu potencia contratada y ahorra en tu factura

La potencia contratada es un término fijo de la factura de electricidad y, por lo tanto, pagamos este concepto aunque no estemos en casa y no estemos usando la energía disponible del hogar. Aun así, podemos elegir la potencia que queremos contratar según nuestras necesidades. De esta manera, optimizarás la factura eléctrica sin necesidad de cambiar tus hábitos.

Nuestro consejo para ahorrar es que compruebes qué potencia contratada tienes y si no se adapta a tus circunstancias, ¡bájala! ¿Cómo? ¡¡Aquí te lo explicamos!!

¿Qué es la potencia contratada?

Es la potencia máxima que se puede emplear de forma simultánea. Por  ejemplo, en un hogar donde se tengan encendidos 100 W de iluminación y, a la vez, 2.000 W de la lavadora y 1.000 W adicionales de otros electrodomésticos, se está utilizando una potencia de 3.100 W (3,1 kW), razón por la cual se podrían contratar 3,3 kW.

Por lo tanto, la potencia nos indica la cantidad de electrodomésticos que podemos tener funcionando a la vez. Si sobrepasamos la potencia contratada, entonces es cuando se corta el suministro eléctrico. Podemos restablecerlo desde el cuadro eléctrico o desde el contador digital.

¿Cómo se contrata?

La potencia a contratar es decisión de la persona usuaria, según el equipamiento del que disponga en su hogar, y según el número de personas que vivan en él. Desde octubre de 2018, con la publicación del Real Decreto 15/2018, ya no es necesario contratar las antiguas potencias normalizadas. Actualmente podemos contratar la potencia que creamos conveniente, entre 1,5 kW i 10 kW variando entre intervalos de 0,1 kW.

¿Cómo se paga?

Las facturas incluyen el “término de potencia”, que se expresa en  €/kW y año, y va multiplicado por el número de días a los que corresponde la factura. Por ejemplo, por una potencia contratada de 6,6 kW se pagarían unos 30€ al mes en concepto de potencia contratada. A continuación, se muestra una tabla orientativa con las antiguas potencias normalizadas donde se puede ver el precio que pagamos anualmente por este término fijo.

¿Cómo se controla?

Actualmente, con los nuevos contadores digitales, ya no es necesario disponer del ICP (Interruptor de Control de Potencia) en el cuadro eléctrico de la vivienda. Al sobrepasar el límite de potencia contratada, es el contador el encargado de cortar la corriente, lo que comúnmente se conoce como “hacer saltar los plomos”.

Si alguna vez se nos interrumpe el suministro, podemos reconectarlo pulsando el botón amarillo del contador, o desde el cuadro general de nuestra vivienda, bajando el interruptor general y esperando unos segundos para volverlo a subir. Es importante plantearnos cuántos aparatos teníamos conectados en ese momento, y ver si podemos evitar que coincidan.

¿Cómo sé qué potencia contratada tengo?

Tanto en el contrato como en cualquier factura de electricidad aparece la potencia que tenemos contratada en kW.

¿Cómo sé si la potencia que tengo contratada es adecuada?

La respuesta a esta pregunta variará en función de las circunstancias familiares/personales de cada uno y los equipos eléctricos de que disponga la vivienda. Puedes obtener una aproximación de la siguiente manera.

  1. Suma la potencia (kW) de todos los electrodomésticos de mayor potencia que vayan a funcionar habitualmente al mismo tiempo.
  2. Añade a la suma anterior un margen de 1 kW para iluminación y pequeños electrodomésticos.

Así, una vivienda con suministro de gas para agua caliente y calefacción y sin equipos de climatización eléctricos como el aire acondicionado, tendría suficiente con una potencia contratada de 3,3 kW o 4,4 kW si la cocina fuera de vitrocerámica. En cambio, una vivienda que tenga, por ejemplo, un termo eléctrico para el agua caliente o un equipo de aire acondicionado, deberá contratar una potencia superior, de unos 5,5 kW.

¿Cómo puedo bajar la potencia contratada?

Atención: al tramitar una bajada de potencia no es necesario disponer del boletín de la instalación actualizado. Pueden pedirnos el boletín si estamos frente a un caso de subida de potencia por encima de la que marca el boletín de la instalación, pero en ningún caso se requiere para disminuir la potencia contratada.

Dicho esto, puede procederse a la solicitud de cambio de potencia contratada de la siguiente forma:

  1. Llamar a la comercializadora y solicitar la bajada de potencia escogida. También se puede solicitar en muchos casos de forma online, o acudiendo a un punto de servicio de vuestra comercializadora. La persona usuaria es quien debe indicar la potencia contratada escogida siguiendo los pasos anteriormente comentados.
  2. La compañía tiene la obligación de proceder a la bajada de potencia solicitada en un período de cinco días. En ese período, deben encargarse de reprogramar el contador digital.
  3. Esta gestión tiene un coste asociado de 10,94 € (IVA incl.), y se cobra directamente en la siguiente factura después del cambio.
  4. Si en 5 días no se ha tramitado la solicitud, la compañía deberá compensarle con 30 €.

¡No esperes a que te llegue la próxima factura de electricidad! Infórmate, ejerce tus derechos energéticos y, si lo necesitas, cambia la potencia contratada.